Pase lo que pase el día 11-J, si este hombre se marcha, el pueblo sale ganando, lo demás está por trabajarlo, pelearlo y descubrir.

Paralelamente o al margen de los contactos o negociaciones entre los diferentes partidos, hay consideraciones a tener en cuenta en esta etapa transitoria que está viviendo Marmolejo. Hay reflexiones inevitables que, por necesarias, con el paso de los días se echan en falta y ya no podemos más que afrontarlas de manera directa y realista.

Marmolejo, es evidente, sufre un proceso de cambio patente desde el pasado día 22 de Mayo y que va a tomar forma concreta el próximo día 11 de Junio con el nombramiento del nuevo alcalde de Marmolejo. Digo nuevo, sin lugar a dudas, con la convicción de que el anterior, a tenor de los comentarios de los últimos días, se va a Diputación de Jaén y deja vacante el sillón, para que uno u otro candidato lo ocupe durante la legislatura que comienza.

La biografía, no autorizada por supuesto, del alcalde saliente, tomada del acervo popular, de los rumores y comentarios de quienes dicen conocerle y los que le han tratado, sería digna de un best sellers que triunfaría, sin dudarlo, más allá de nuestras fronteras, y sus memorias, si algún día se decide a escribirlas, no merecerían menor consideración. Y eso sin contar ramificaciones que afectarían a episodios de personajes secundarios que podrían engrosar sensiblemente el volumen de estas reveladoras obras y multiplicar su interés literario, judicial y morboso.  Pero, por ahora, no tendremos esa suerte y seguiremos bebiendo de las fuentes populares para alimentar el mito de Cristobal, "el (buen alcalde) que pudo ser, pero no fue, a pesar de haber sido tanto tiempo".

La historia pondrá a cada uno en su sitio, y en este caso no estaría yo muy seguro de parafrasear a otro longevo en el mandato absoluto, Fidel Castro, que decía aquello de que "la historia me absolverá", al menos el cubano hizo una revolución y parte de su pueblo le quiere, el nuestro sin embargo  pudo hacerla, lo tuvo todo a su favor cuando llegó a la alcaldía, juventud, apoyo de su partido y del pueblo, oportunidad pues era el momento... pero decidió que era más rentable travestir de progresismo al régimen anterior, adoptar sus señas de identidad y mecanismos de control y adaptarlo a sus necesidades para perpetuarse en una cuasi dictadura de mano férrea en el partido y órganos municipales y clientelista al máximo con el pueblo. Por lo que Marmolejo perdió una oportunidad histórica de Democracia Real y Participativa que hoy, 24 años después estamos retomando, habiendo perdido una generación, mil oportunidades y cualquier atisbo de transparencia en la gestión, participación ciudadana y normalidad democrática, ni en el pueblo, el ayuntamiento o el partido socialista. Tras cuarenta años de oscuridad se nos vinieron veinticuatro de nubarrones de propina,  Marmolejo es un pueblo pequeño y todos sabemos de lo que hablo.

Así pues, como consecuencia de muchos años de amenazas, de no dar el brazo a torcer y de innumerables affaires semiclandestinos, donde los destinos de siete mil y pico almas estaban gobernadas de espaldas a ellas y en beneficio de vaya usted a saber, hoy lo que tenemos en Marmolejo, lo que pasa, a donde hemos llegado, es consecuencia, culpa y está  causado y  única y estrictamente por este señor, que ha tenido en sus  manos, un millón de veces, una salida no traumática de su régimen político personal, para el pueblo y su partido, pero ha decidido, y eso se veía venir, que para que él se fuera, ambos, pueblo y partido socialista, tendrían que estar arruinados. Misión cumplida y ahora, tan pancho, a Diputación y a otra cosa.

Ha tenido que entrar la luz de manos del pueblo, perdiendo el miedo y coyunturalmente, a través de IU, la responsabilidad está en su Asamblea, simpatizantes y colaboradores, la de no fallarle a sus vecinos, la de recuperar el tiempo perdido, la de la reconstrucción democrática tras el paso del huracán Kristobal, la de devolver la fe en las instituciones y los políticos que trabajan honradamente por el pueblo y la de trabajar para  que Marmolejo sea el reflejo de sus vecinos y no de su alcalde y por lo tanto vuelva a tener el esplendor que se merece un pueblo trabajador, honrado y con ganas de prosperar. Pase lo que pase el día 11-J, si este hombre se marcha, el pueblo sale ganando, lo demás está por trabajarlo, pelearlo y descubrir.