Los Borbones se retratan con el "pufo" de Iñaki
Marcos Roitman Rosenmann
La Jornada
Familia que roba unida, permanece unida. Ya no se trata de ser republicano. Supongo que entre los partidarios de la monarquía, como forma de gobierno, habitan gentes honestas. Hoy deben estar pasando un calvario. La casa de los Borbones se antoja corrupta y falta de toda ética. Desde los enjuagues del rey Juan Carlos I, con el sha de Irán, en los años 70 pidiéndole 5 millones de dólares, y con Manuel Colón de Prado y Carvajal, amiguísimo que actuó como testaferro del monarca en negocios turbios, se han sucedido casos donde se reconoce el sello de la casa real borbónica.
Cada vez que el rey coge el teléfono para interceder, apoyando proyectos fuera de España de empresas como Endesa, Telefónica, Iberdrola, Santander o La Caixa, recibe tajada. Sin duda este ejemplo lo sigue a rajatabla su yerno Iñaki Undangarín, quien se ha revelado como un caballero en el arte fino del timo y el fraude. Ahora, podemos entender las razones por las cuales, sus altezas reales, los duques de Palma, emigran a Estados Unidos. No se trataba de aprender inglés, todos, descendientes incluidos, son duchos en el manejo de la lengua de Shakespeare. Tampoco era una medida diseñada para patrocinar la marca España. Fijar la residencia en Estados Unidos, ha tenido motivos bastardos. Era el camino más fácil para no levantar sospechas de corrupción. Mejor hacerse invisible, alejarse del escenario del delito. No ser motivo de habladurías, ni carne de cañón de la prensa amarilla y las revistas del corazón, tan dadas a destapar asuntos turbios. Quienes sabían de los negocios de los duques, les dieron un buen consejo. Leer entero.
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