Fernández de Mesa señala que mientras los abonos han subido un 31%, productos como el aceite de oliva redujeron bajaron en más del 13% y más del 30% los cítricos
Viene de eldiariodecordoba.es - JUAN RUZ , AGRICULTURA | ACTUALIZADO 25.01.2012 - 05:01
Evolución del precio del aceite de oliva Virgen Extra, Virgen y lampante. |
Asaja Córdoba hizo balance ayer de lo que ha sido el año agrario 2011 en la provincia, una comparecencia en la que el presidente de la organización agraria, Ignacio Fernández de Mesa, dibujó un panorama desolador. Así, una vez más, puso el acento sobre dos circunstancias que, en su opinión, están perjudicando seriamente la actividad agraria en la provincia: los precios de los productos y la actitud de las autoridades europeas, que son los que dirigen la política agraria continental.
"La realidad es que la UE no cree que la agricultura es un sector estratégico en el mundo", sentenció Fernández de Mesa, para quien el convencimiento de los países del viejo continente es que "lo mejor" es comprar baratos los alimentos en terceros países en lugar de producirlos en países como España. Puso como ejemplo la nueva Política Agraria Común (PAC), sobre la que opinó que contempla "más y más obligaciones ambientales y reduce la capacidad productiva" de los agricultores, además de reducir los pagos directos. Leer entero.
Se agradece el interés que viene manifestando este blog por los temas relacionados con el campo. Creo que ya es hora de que nos sintamos orgullosos de ser agricultores y que pretendamos mejorar la situación de un sector que debería de aportar aún más riqueza al producto interior bruto de nuestra localidad. Muchas veces hemos pecado de dar las espaldas a nuestra agricultura, en beneficio de otros sectores productivos que finalmente demostraron no ser tan dinámicos, ni tan de futuro.
ResponderEliminarNuestros agricultores -olivareros y hortelanos- se han sentido siempre acomplejados frente a otros trabajadores y empresarios de esas otras ramas productivas, supuestamente más boyantes, y recomendaron, y siguen recomendando, a sus propios hijos, el abandono del campo. Es por ello que hoy día la mano de obra de este sector ha envejecido y son escasos los jóvenes marmolejeños que han hecho su apuesta por el campo, a pesar de que los que la hicieron no les va mal del todo.
Para cualquier joven marmolejeño ser del campo parece una deshonra, y la mayoría de ellos desconocen como llevar una explotación agrícola, a pesar de que sus padres y abuelos vivieron de esta digna actividad. Aprendamos, en este sentido, de los agricultores catalanes, valencianos, riojanos, murcianos, y castellanos que con mucho tesón, mucha fe en las posibilidades de sus viñedos, huertas y frutales, consiguieron prosperar llevando sus explotaciones a un nivel de rentabilidad nunca conocidos, hoy día orgullo de la agricultura mediterránea europea.
Efectivamente la situación, como apuntan todas las informaciones al respecto, no es nada esperanzadora, pero nosotros, desde nuestro pequeño ámbito local, deberíamos de empezar a apostar por nuestra agricultura en lugar de tenerla ahí, como un simple telón de fondo, al que solo acudimos para recoger sus aceitunas, o para conseguir los jornales que dan acceso al subsidio.
Definitivamente hay que potenciar nuestro sector agrícola frente a la quiebra del modelo productivo basado en el ladrillo y el mueble. Para ello podemos empezar a hacer pequeñas cosas, la primera mejorar el estado de la red de caminos rurales, permitiendo el acceso rápido y seguro de vehículos a las explotaciones. En ese sentido quiero apuntar el abandono de varios caminos rurales, llenos de baches que los hacen intransitables; deberían de parchearse sobre todo en épocas de recolección. Luego potenciar el asociacionismo, poniendo el acento en el tema de las cooperativas que ofrezcan no solo una mejor liquidación anual a sus socios, sino también servicios de calidad a buenos precios con sección de agroquímicos, de material de mantenimiento de las explotaciones, sección financiera, etc. Finalmente mejorar los canales de distribución y venta del producto elaborado para así obtener más valor añadido.
Nuestros campos, está claro, guardan una riqueza infinita, en un mundo que cada día demanda con más pasión las virtudes de lo natural. Empecemos por valorar lo que tenemos, y sintámonos orgullosos de ser agricultores.