Facturas en los cajones municipales: cómo utilizar el poder político en beneficio privado y cómo denunciarlo
Fernando Urruticoechea
Rebelión
La corrupción en la política local no es excepción sino norma. Ahora tenemos una prueba numérica con las facturas en los cajones, que no es más que la punta visible de la enorme corrupción existente en los ámbitos local y autonómico.
Debe resultar incomprensible para la mayoría de las personas no familiarizadas con la administración municipal el entender lo de las facturas en los cajones. Sin embargo ha venido siendo una práctica común en los ayuntamientos desde sus comienzos democráticos, el comprar y gastar alegremente, sin preocuparse de contar con crédito presupuestario. En caso negativo, cuando las facturas llegaban a los ayuntamientos no se podían contabilizar y por lo tanto, tampoco pagar, debiéndose dejar en los cajones para el ejercicio siguiente, o para el siguiente. Normalmente sin control de su volumen y tramitación, ya que tampoco ha sido costumbre el contar con registros centrales de facturas.
Claro está que como los proveedores acostumbran a tener buena información de los períodos de pago de los ayuntamientos, actuaban en consecuencia, cargando altísimos porcentajes del 20 – 30% de sobrecoste normalmente en el precio de venta de sus bienes y servicios. Cualquiera puede llegar a comprobar en sus ayuntamientos las facturas de compra y verificar el precio de bienes comunes desde una bombilla a un saco de cemento, o más complejos, como la hora de limpiadora en un contrato de limpieza de edificios. Seguro que se asombrarán. Leer entero.
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