La Decisión Salomónica de los ayuntamientos, ruina o ruina, PP o Psoe, deudas con los proveedores o con los bancos, pagar o cerrar la puerta, putear a unos vecinos o a otros. ¿Quién nos ha llevado a esto?

¿Qué dedo me corto que no me duela? o ¿Quién oye la voz del pueblo?

Hace dos años y medio que este blog comenzó su andadura, y en ese tiempo han pasado muchas cosas, hay dos millones de parados más, han pasado por estas páginas un cuarto de millón de visitas, han desahuciado a cientos de miles de familias, el alcalde de Marmolejo ha cambiado, por fin se saben las deudas de este y otros muchos ayuntamientos , pero el futuro no está nada claro al estar obligados a seguir un plan de ajustes impuesto por el PP, de espaldas al pueblo, que enriquecerá a la banca e inutilizará y atará de pies y manos a los ayuntamientos. En nuestro caso, en Marmolejo, hay que agradecerselo a la galopante deuda socialista cuyo efecto pernicioso se multiplicará aplastando al Ayuntamiento a causa de la intransigencia populista del partido popular que intenta agradar a una parte de su electorado a costa de apretar las tuercas a todos los vecinos. No está el horno para bollos, el dinero pasará a manos de los proveedores, ya era hora, pero no a cualquier precio, no sangrando a los que no tienen nada, no haciendo enfrentarse la necesidad de unos con la necesidad de otros, no de una forma salomónica e irracional, decidiendo que no se de empleo desde lo público y esperando que el dinero de las deudas aflore y mueva una economía asustada y recelosa. Ya se verá.

El PP ha llegado al gobierno y aplica aquello de palo largo y mano dura, pero solo para los recortes sociales, una vez más los obreros y los desfavorecidos haremos sacrificios para que los bancos y los mercados, especuladores, evasores de capital y grandes empresarios defraudadores tengan las condiciones adecuadas para empezar a mover el dinero en la dirección de su propio interés, y de camino a ver si pueden dar trabajo, aunque sea en precario  y solo para enriquecerse a costa de explotar a una clase obrera empobrecida y mermada en sus derechos, que el PP les sirve en bandeja de plata, osea que se los pone a huevo. Por lo pronto les están enseñando el caramelo a ver si pican, la carnada, carne fresca en la que cebarse, son los que tienen como única alternativa, no ser delicados y trabajar en lo que sea y como sea, por lo que sea o no tener nada.

Hemos dado un paso atrás de treinta años, mientras algunos se lo llevan calentito entre corruptelas y abusos de poder, la mayoría esperamos indefensos que la artillería antisocial afloje la presión en esta trinchera de paro, desahucios y exclusión social que cada día está más atestada de gente, de aspirantes a juan nadie, de personas que hablan en voz baja de su ruina, y su drama, del tiempo que llevan en paro y de los plazos de hipoteca o alquiler que deben. El que puede huye, pero no todos estamos cualificados o tenemos la oportunidad.

Puede que levantar la voz solo sea cuestión de tiempo, de un tiempo que no tenemos. Puede que el otro día algunos, muchos, con nuestro voto estuviéramos haciendo eso, levantar la voz como nos han enseñado, en las urnas, con un trozo de papel en el que estaban escritos los nombres de de los que nos tienen que liderar para salir de esta, y estoy seguro que en el sobre, además de la papeleta, iban todas nuestras esperanzas y anhelos. Lo que hace falta es que alguien nos haya oído, hace mucha falta.

La indignación saló a la calle el día de la huelga general, pero los del PP no estaban allí, los parados, estudiantes, funcionarios, dependientes y obreros, los ciudadanos en general, gritaban sus consignas al viento, pero los que habían sido elegidos para gobernarles por la voz de las urnas, no estaban interesados por esas personas, y hasta alguna insigne pepera, la señora Aguirre, llegó a hablar de la necesidad de que los representantes de los trabajadores, "cayeran como el muro de Berlin", ellos se están dedicando a satisfacer primero a los suyos, banca, iglesia, mercados..., de los otros se espera que este año, 600.000 de ellos todavía pierdan el trabajo, solo son un número , una estadística.

Esta derecha, lo ha tenido muy fácil, solo ha tenido que seguir el rastro de paro y ruina dejado por la otra derecha, el Psoe, y  terminar de dar la puntilla con las reformas sociales, laborales y fiscales. No podemos olvidar que Zapatero también gobernaba al dictado de Francia y Alemania, así nos va, ¿qué será del pueblo?, ¿quién escuchará su voz?.