Lucho: Una prenda de concejal, compañero y político. ¡Que les aproveche a los del PP!

Lo que hay que ver, "el de la cajeta" besando el suelo que pisa Manolo Lozano. ¿...y el PP que piensa?

Aún resuenan en la paredes del Salón de Plenos del Ayuntamiento de Marmolejo, hoy en obras por reformas, las palabras del anterior alcalde Cristóbal Relaño cuando se refería a Lucho Herrera, concejal del PP, como "el de la cajeta". Aquellas palabras iban indefectiblemente acompañadas por un eco, era Manolo Lozano, concejal cristobista, que repetía "el de la cajeta..." siempre que podía, aunque no viniera a cuento. Aquello fue uno de los episodios más bochornosos de la oscura dictadura cristobista en Marmolejo.

El joven concejal del PP, Lucho, sufrió en primera persona la persecución de todo un partido político, el llamado Psoe de Marmolejo, en manos de unos crápulas sin entrañas que por tal de quitarse adversarios políticos de en medio no dudaban ni un segundo en utilizar cualquier tipo de artimañas por rastreras que fueran como echar todo el peso del partido para criminalizar a inocentes frente al pueblo, llegando incluso  a denunciar ante a la justicia situaciones absurdas, como en este caso que se le acusaba de apropiarse del alquiler de las escasas tumbonas de la piscina municipal, pidiendo indemnizaciones millonarias.  Todo un despropósito que llevó al concejal del PP a dejar el partido y la concejalía para centrarse en su defensa, con sus escasos medios personales, frente a un Ayuntamiento con una voluntad implacable de destrucción, iniciándose  así un largo periplo por juzgados, plagado de rocambolescos testimonios, recursos, mucha inquina y demasiados esfuerzos, desvelos y gastos en una batalla que ganó Lucho ante la Justicia y que perdió en la calle, ese era el propósito principal, calumniar y quemar. El señor Herrera, tocado y hundido, desde entonces no ha levantado cabeza, marcado por el odio y una necesidad de venganza enfermiza.

No es agradable comprobar como se desintegran los valores y se pierde el norte político, y se agria el trato humano, como los principios, antaño perfectamente definidos se van desdibujando dando paso a una suerte de vagabundeo errático y caprichoso al servicio de difusos intereses personales, como la venganza indiscriminada contra todos y contra todo, dentro y fuera del partido. La necesidad de tener siempre la razón y demostrarlo, de imponerse a los que le rodean, y la actitud patológica de buscar siempre un culpable de sus propias miserias y fracasos, han convertido la andadura política de este señor, Antonio Herrera "Lucho", en un juego esperpéntico, una mascarada de dudosa justificación, con la que ya no engaña a nadie y que afecta a todo el que le rodea.

Su propio partido es el primero en sufrir la paranoia política y manías persecutorias de este personaje que entiende las relaciones entre compañeros como una competición de todos contra todos y no ve más que enemigos a su alrededor. Ni que decir tiene que los votantes tampoco escapan a esta conducta caprichosa y egoísta  ya que son ellos las verdaderas victimas de un engaño para conseguir la confianza de muchos y utilizarla en beneficio propio, jugado a placer y autoritariamente con los votos y las personas, sus expectativas e ilusiones. Lo que no entiendo es porqué se lo consienten y porqué el PP  de Marmolejo, a pesar de no quererlo, sigue manteniéndolo en sus filas.

Es vergonzoso ver como este partido político se somete a un personaje inestable y caprichoso que lo utiliza en beneficio propio y que por el camino que va terminará hundiéndolo. No me explico como este partido se dedique a repartir por las casas las fotografías de vecinos como si fueran delincuentes, intentando perjudicar su imagen y criminalizarlos ante la sociedad, mintiendo y acusándoles de pertenecer a un partido político, esto es surrealista, de otros tiempos, y se quedaría en la anécdota, si no fuera por que es una vergüenza que lo que los cristobistas se han dedicado a hacer durante años contra los concejales de la oposición, ir a lo personal y amargarles la vida, Lucho lo esté repitiendo ahora contra ciudadanos normales.

Es simplemente una locura que el PP de Marmolejo, por seguir las directrices de un resabiado, arremeta contra vecinos mientras Lucho se sienta día si y día también a negociar con los que le colgaron el sobrenombre de "el de la cajeta", besando el suelo que pisan, traicionando al PP, para hundir al pueblo y al Equipo de Gobierno "comunista" e intentar  convencerles  para poner a Mamolo Lozano de alcalde a cambio  de ciertos favores como pudiera ser colocar a cierto amiguete y asesor personal. Es curioso como lo que no miró por sus compañeros de concejalías, no consintiendo que cobrara alguno de ellos un sueldo a pesar de tener dedicación exclusiva, si lo mira por su coach. Este no está bien.

Típico de un dictadorzuelo amargado que no para de imitar a quién tanto lo puteó, no dejando títere con cabeza a su alrededor, y que no duda en mostrar su verdadera cara  recaccionaria  y fascistoide cuando utiliza la palabra comunista como un insulto. Es un pobre hombre que parece haber nacido tarde, viéndolo da la impresión de que hubiera disfrutado siendo un camisa azul de otro régimen. Hoy en día es lo más parecido  al desaparecido Relaño que hay en la política marmolejeña.

Otro día hablaremos de los caprichos, dispendios, sabotajes y mala uva de los que ha hecho gala el año y medio que ha habido que soportarlo en el Ayuntamiento. Y eso que va de gestor pero perdía el culo por hacer políticas continuistas del cristobismo más rancio, ha huido de los vecinos y la participación ciudadana, ha hecho lo que le ha salido del alma sin pedir permiso, ha mentido y manipulado, ha gastado sin cálculos ni previsión (lo que demuestra que entró para hacer daño e irse), no ha comunicado nada a los compañeros, a los que despreciaba continuamente y se ha ido cuando ha considerado que el daño ya estaba hecho. Una prenda de concejal, compañero y político. ¡Que les aproveche a los del PP!, ahí lo llevan y para rato parece.

Continuará...