Efecto dominó, España caerá ante el euro y los mercados detrás de Grecia.

Efecto mariposa, la ruina griega nos debe de hacer reflexionar y cambiar empezando por nosotros, en Marmolejo.

Es curioso como en Grecia se van a unir el partido conservador de derechas Nueva Democracia que ha ganado las elecciones con el 29,66% y el PASOK que es el partido socialista con el 12,29% y que ha quedado el tercero y que conforman el bloque que apoya las medidas de austeridad y la permanencia en el euro. Traducido al español, es como si el PP y el Psoe se juntaran para defender a Merkel, los intereses de los banqueros alemanes y los recortes sociales galopantes que conllevan, aunque, bien pensado, en España eso es lo que Rubalcaba pide a gritos y Rajoy quiere hacer él solito.

Por otra parte está Syriza, el partido de la Izquierda Radical con el 26,89%, que ha quedado segundo por los pelos, pero no hay que despistarse con la palabra Radical, ya que detrás de él quedan el KKE (Partido Comunista) con el 4,51% e Izquierda Democrática (Ultra Izquierda) con el 6,24%

Al final el sistema electoral griego aplica, para que no haya peloteras como en estos casos, al partido que gana las elecciones 50 diputados de propina y así se propician gobiernos más o menos estables. Por lo tanto, sería de preveer lo que hemos dicho que el PP y el Psoe griegos hagan un pacto de gobierno y sometan al acojonado pueblo griego a la voluntad omnipotente de los banqueros alemanes y la Merkel. Esto sería una anécdota si no fuera porque Grecia está a la vuelta de la esquina y aquí y hoy hay que aplicar el refrán aquel de que “cuando veas las barbas de tu vecino afeitar...”

Hace ya bastante tiempo, al principio de empezar a reconocerse la crisis por el Psoe, en 2009, que no al principio de ella, tuve la ocurrencia de hacer una encuesta, aquí en pregonao, sobre la crisis y quién nos sacaría de ella. Curiosamente las opciones eran cuatro, el Psoe, el PP, solos y Europa, y las respuesta mayoritaria fue solos, seguida del PP, del Psoe y los votos que recogió Europa fueron residuales. Hoy, cuando ya estamos intervenidos, arruinados y en manos de los mercados, me acuerdo, de vez en cuando, de nuestra bisoñéz y de como nos han tenido, y nos tienen en babia, siendo el pueblo el último en enterarse de todo y sobre todo de lo que le muerde y afecta. Con un país así da gusto gobernar, en el que el tuerto es rey y los que tienen vista de lince son los depredadores, los que nos están llevando al matadero de los mercados y a la ruina literal.

Para salir de la Crisis por nuestra cuenta, no podemos sentarnos a esperar, debemos hacer un ejercicio de imaginación, por una vez ponernos en lo peor para acertar, y actuar en consecuencia. No debemos seguir ni un minuto más con la actitud del ganado que llevan a degüello, hay que ver venir el golpe y anticiparnos. No es fácil ni limpio, pero cada vez está más claro que es absolutamente necesario quitarse la venda y que no sea lo que dios quiera, sino lo que nosotros queramos. Podremos equivocarnos, podremos dudar y dar traspiés, pero es mil veces mejor que sentarse a verlas venir y resignarse a perder, además del trabajo, la dignidad de obrero y el orgullo de poder llevar una casa adelante, de poder, al menos, cubrir las necesidades básicas de la familia y tener ciertas expectativas para que el futuro de los hijos no sea la crónica de una pobreza anunciada, de no quedar relegados a la mendicidad encubierta del subsidio o descarada de los amigos y la familia y la infamia de la incertidumbre bochornosa de las manos ociosas que terminan ocultas en la desesperación del bolsillo vacío.

Hay que moverse, exigir, luchar, construir, avanzar y coger por derecho lo que es nuestro, no conformarse y no colaborar pasivamente con los que nos están hundiendo; hay que ser insumisos e irreverentes, descarados e inteligentes, llamar a las cosas por su nombre, tener claro quién nos está pisando el cuello y con quién hay que juntarse. No podemos poner precio a nuestra dignidad, ni acomplejarnos ante los poderosos, no podemos dar ni un paso atrás, ni ceder terreno, nuestro terreno personal, familiar y laboral, a los que nos aprietan las clavijas para robarnos y sangrarnos, a los que nos tratan como a números, como a estadísticas, como a cosas prescindibles, peones desechables de un juego donde la banca siempre gana. Hay que cuadrarse y decir que hasta aquí hemos llegado, y cuanto más tardemos en asumir esta realidad, más tardaremos en levantar cabeza y no tenemos tiempo que perder. Porque cada día que pasa es una losa que cae en las espaldas de pobre, del obrero en paro, del joven sin trabajo, de la familia a la espera de desahucio, del jubilado, con cada vez más cargas familiares y la pensión más exigua, del dependiente sin recursos, de los niños que superan record de pobreza y están entrando en los ranking de la desnutrición, del pueblo en general que no se merece esta carga impuesta, fruto de los errores, del descontrol y la incompetencia sumada de los desgobiernos del Psoe y el PP.

Tengamos claro lo que queremos y cuales son nuestras necesidades, y estoy hablando de Marmolejo, más allá de siglas o personas, hablemos de proyectos, propuestas, soluciones, programas y prioridades. Por ejemplo, hay que crear una plataforma para la salida de la crisis y el cambio en la situación social, económica y laboral, hay que crear la asociación de parados, ver las verdaderas carencias en las familias y atajarlas de raíz cubriendo necesidades básicas desde ya, en definitiva los ciudadanos de a pie, tenemos que arremangarnos y poner manos a la obra, porque lo que nos jugamos es además de llegar a fin de mes cubriendo las necesidades de muchas familias, la vivienda, en muchos casos, la salud de las personas, física y mental, y la convivencia vecinal y familiar y la dignidad de un pueblo.

Julio Anguita se ha ofrecido como referente para el cambio político, me gustaría que, independientemente del partido en el que se milite o simpatice, se tuvieran en cuenta las acertadas palabras de este septuagenario de una lucidéz y coherencia que invitan a al reflexión.