Es la hora de que hable el pueblo... y será imposible no escucharlo.

¿Para qué sirve un político que no escucha a su pueblo?
Entendemos que para nada, solo los dictadores, los déspotas y los tiranos son capaces de pasarse la voz del Pueblo por el arco del triunfo. Así que ha llegado la hora de que se nos escuche, y el mensaje  ha de oírse alto y claro.
Faltan dos días para la Huelga General, dos días para unirse a ella, para que se lo piensen los que todavía no lo tengan claro, dos días para zafarse de demagogias socialistas y de desidias peperas.
Hay miles de razones y motivos para hacer la huelga y realmente muy pocos para no hacerla y cuando se exponen, resulta que estas razones son mayoritariamente ajenas a los planteamientos de la misma huelga.

Se argumenta desencanto con los sindicatos y se duda de la utilidad la huelga como principales motivos para hacer caso omiso a su convocatoria. Ambos argumentos solo son manipulaciones descaradas de la realidad, verdades a medias que se quieren elevar a la categoría de veritas universalis.
Se da la paradoja de que se argumenta contra los sindicatos por no haber convocado la huelga hace ya mucho tiempo y en base a ello se excusa la participación, ahora es cuando habría que hacer bueno aquello de "más vale tarde que nunca", es igual que negarse a comer porque la comida viene tarde, hay que dejarse de tonterías porque lo que importa es matar el hambre. Y en este caso es hambre atrasada de Justicia Social, de trabajo, de estabilidad, de tranquilidad para un pueblo harto de sobresaltos, de sentido común y de coherencia ante el despropósito político gubernamental. Los sindicatos están hablando claro en su cúpula y actuando con cierta tibieza cuanto más apegados están a las autoridades y cuadros socialistas en los pueblos, pero IU, la única izquierda luchadora, válida y con soluciones que queda en nuestro país, los apoya incondicionalmente, y ellos que saben  que se juegan mucho, seguro que no nos van a fallar.
El argumento de que no va a servir para nada, además de absurdo es insultante. Siempre que el pueblo se manifiesta, siempre, ha de ser tomado muy en cuenta por los administradores públicos, en este caso el Gobierno de la nación y por extensión los diferentes gobiernos regionales y locales. Los trabajadores en el ejercicio de su derecho a la huelga, no son  como una bandada de pájaros a los que nadie presta atención, ni unos perros que anden sueltos por la calle, son el PUEBLO, con mayúsculas,  que llama la atención del Gobierno sobre algo que no anda bien, que no funciona y hay que arreglar.
Cuando son los obreros, los parados, los dependientes y los pensionistas los que están protestando, mal asunto, es señal de que algo está fallando estrepitosamente y si además el partido gobernante es supuestamente de Izquierdas y mira para otro lado, significa que la situación es mas grave de lo que parece. Por eso hacen falta todas las manos, todas las gargantas y todos los corazones dispuestos para unirnos, gritar ¡basta! y seguir creyendo una vez más en la vieja consigna de que ¡¡¡EL PUEBLO UNIDO, JAMAS SERÁ VENCIDO!!!, en el poder del pueblo frente al bastardeo de sus dirigentes.