Va llegando el momento, el momento de decidir.

Ahora es el momento.



A veces el coger el camino más corto, pensando que es el más rápido, pudiera pasar que se convirtiera en un caos circulatorio, tal caos hasta el punto de tener que retomar al comienzo y tener que coger el camino que, aunque más largo, nos garantiza no interrumpir nuestra meta, que no es otra que llegar al destino.Pues bien, esto mismo podríamos decir que hemos tenido que sufrir los marmolejeños.

Hoy, después de tanto tiempo, en que entramos en democracia, a la cual accedimos con un lastre que nos marcaba, como al resto de nuestra Andalucía, que no es otro que el haber sido tierra de señorito y de un altísimo porcentaje de paro, de miseria y de emigración, volvemos a sentir de alguna manera, muy parecida, los mismos efectos con la que empezamos este deseado camino hacia el progreso, el desarrollo y el cumplimiento de unos derechos que nos habíamos ganado tras un periodo dictatorial.

La pena de todo esto es que los que nos han gobernado durante tanto tiempo, a nivel local como a nivel autonómico, que presumían de ser progresistas, de ser los que nos iban a sacar de la situación en la que nos encontrábamos en aquellos comienzos, han levantado las cartas y nos han mostrado el espejismo en el que nos habían metido y que nos ha llevado a un volver a tener los mismo problemas, es decir, un altísimo desempleo, volver a la emigración y lo más preocupante nos llevan a un motor económico lo más parecido a lo que heredamos antaño, el servir a los que más tienen, con el llamado TURISMO, el cual garantiza solo a unos pocos llenarse los bolsillos a costa de otros.

Una cosa curiosa es que todo esto lo esperábamos, pues la verdad es que todos desconfiábamos de esta balsa en la que nos habían metido. No era lógico que en Andalucía, una tierra virgen, en la cual teníamos y tenemos el mejor terreno para el desarrollo, tanto agrícola como para potenciar, lo que hasta aquellos momentos solo se veía en Europa y, en lo que respecta a España, en las comunidades del norte, como País Vasco o Cataluña, que no era otra cosa que el sistema productivo e implantarlo, el gobierno autonómico, es decir el PSOE, le haya dado la espalda como se le ha dado, la primera vendiéndonos como Judas y la última sin haberla, ni siquiera, empezado a desarrollar.

En Marmolejo no iba a ser distinto, pues nuestros gobernantes se han dedicado a hacer justo lo mismo que le marcaban desde el ejecutivo andaluz. Nos dicen que Marmolejo ha experimentado un gran cambio, que han traído no se cuantos millones y han hecho muchas infraestructuras, ect…, pero solo hubiera faltado que ni eso después de tanto años. Una cosa que no han sido capaces de hacer es atraer trabajo, no se han preocupado de garantizarnos su principal obligación, pues a la vista está que no hay y lo que es peor es que no lo ha habido nunca.

Han querido seguir, como si de un catecismo se tratara, lo que en Andalucía nos están intentando instaurar, el turismo. No es que estemos en contra de ello, pues estamos seguro que es otro motor económico que se puede explotar en nuestra tierra, siempre por la legalidad y con respecto hacia el medio ambiente y buscando una sostenibilidad acorde al entorno. Pero ¿por qué hemos llegado a este punto en que nos encontramos? La respuesta es muy sencilla aunque no lo creáis. Porque han cogido el camino en el cual unos se forran y otros nos hundimos. Nosotros sabemos que esto se podía haber evitado y de hecho sabemos que ahora es el momento de cambiarlo. Hay que apostar por lo que ellos abandonaron, es decir, desarrollar la agricultura, la cual si hubieran puesto un poco de esfuerzo y hubieran explicado para que la Unión Europea destinaba tantos fondos y subvenciones, hoy en nuestra tierra tendríamos un sector consolidado y que daría mucho trabajo, tanto en la obtención como en la manipulación del producto. Otra cosa, en Marmolejo tenemos el ejemplo más claro, nunca se han esforzado porque se desarrollara otro motor como el productivo, pues si no es por unos pocos valientes que se atrevieron, las fases del polígono, de anteriores años, estarían justo como el que está inaugurado, pero sin terminar, el de Las Calañas.

Si se hubiera hecho el camino pensando de esta manera, hoy otro gallo nos cantaría, ¿no creen? No con gastarse dinero público en un espacio y decir hay está se consigue el trabajo. Otra fórmula nunca utilizada por estos “progres” es haber escuchado al pueblo, al trabajador, al vecino, pues ellos confunden el voto del ciudadano con un voto que le garantiza el poder sobre todas las cosas y eso debe de cambiar ya, pues está claro que eso beneficia solo a unos pocos, los que ríen y siguen las condiciones que imponen.

Ahora volvemos a estar como al comienzo, es decir con más de un 40% de paro, con la gente emigrando y con un futuro más que negro, basado en promesas que se alejan en el tiempo y otras nuevas, que nos hacen ver la poca capacidad de generar nada. Pues vecino de Marmolejo, ahora es el momento. El momento de volver a tropezar en la misma piedra o el de apostar por un verdadero cambio.