Peligro por socavones a la puerta del colegio.

El curso escolar empieza hoy mismo, ajustándose a lo más parecido a la normalidad, aunque no exento de polémicas, rumores y dudas.

Se ha convertido en un rumor muy generalizado que, en contrapartida a la celeridad de las obras, la calidad de la terminación y remates de las mismas deja mucho que desear. Este extremo, a no ser que uno sea albañil o personal autorizado a entrar al colegio, es difícil de contrastar, y como el comentario está partiendo de las mismas madres de los escolares, desde aquí invito a quien corresponda a que se hagan una serie de jornadas de puestas abiertas, coincidiendo quizás con el fin de semana, para que los vecinos en general y los padres de los alumnos en particular puedan visitar las instalaciones que se van terminando y a las que acceden sus hijos diariamente. De esta manera, se matarán dos pájaros de un tiro, se acallarán (o no) rumores y se pondrán un pie en la tan necesaria dinámica de transparencia en la que debe de entrar de una vez por todas este ayuntamiento.

Por otra parte, es obvio que el colegio San Julián está en obras y por lo tanto ha de sufrir las incomodidades de estas, pero entendemos que bajo ninguna circunstancia hay que exponer ni a los niños ni a sus familiares a peligros de ninguna clase. Así pues no tiene sentido que el acerado que da entrada al colegio, esté levantado, lleno de peligrosos socavones y sin medidas

protectoras.

Esto no es una queja gratuita, es un aviso de peligro inminente para los niños y sus familiares que de la manera que están los aledaños del colegio, cualquier día por ir a la escuela se pueden romper un hueso o algo peor. Sabemos que todo esto tiene solución y de hecho antes o después va a ser solucionado, pero como hay ciertos temas que no esperan y la seguridad es uno de ellos, exhortamos a la autoridad que esto esté solucionado para ayer mismo y no lo dejen para mañana.