En San Julián se apuesta por la cultura, la convivencia y el entendimiento, lo que hace falta es que todos se den por enterados.

La Asociación de Vecinos Poblado de San Julián, está apostando por el futuro y la cultura en esta entidad local  menor dependiente de Marmolejo, que lástima que no todos hagan lo mismo.

Ayer tarde, como todos los días, un par de voluntariosas mujeres, junto una docena de niños, se afanaban en un callejón de las calles corrales en llevar a la práctica un taller de manualidades y decoración, promovido y realizado integramente por la asociación vecinal.

Los niños, felices y ajenos a otras cuestiones, disfrutaban jugando con telas, hilos, pegamentos y otros materiales mientras, bulliciosos, solicitaban continuamente la atención de las "maestras" sobre la tarea que estaban realizando y preguntaban orgullosos de su trabajo ¿está bien, "seño"se hace así?, solo por el gusto de oírlas decir que si. Ellas, poniendo todo de su parte, solo se lamentaban no poder podido acceder a las escuelas del poblado para poder realizar estas actividades con un carácter menos improvisado y en mitad de la calle, mientras que enseguida se le cambia el gesto cuando anuncian que mañana se incorporarán dos nuevas niñas y lo contentos que están lo padres, familiares y vecinos de San Julián de ver otra vez bullir chiquillería en torno a estas iniciativas que no hacen otra cosa que dar una sensación de recuperación de la normalidad en el pulso vital de la pedanía.

Enhorabuena al trabajo abnegado de este grupo de vecinos, que  cada día suma más miembros a su asociación, a la vez que impulsan dinamizaciones culturales y proyectos de recuperación de la tradición y el patrimonio. Por cierto, también nos anunciaron ayer que tiene la intención de invitar a la Asociación Musical Maestro Flores para que de un concierto en el poblado de San Julián y acto seguido, hacer un acto de convivencia, en el que se tratarán diferentes ofertas culturales para confeccionar un calendario de actividades, todo está programado para el próximo 23 de Julio por la tarde noche y que a tal efecto sería bien venido todo el que quisiera acudir.

El pero de todo esto es la actitud contraria y de oídos sordos del Alcalde pedáneo a estas actividades vecinales y las trabas que pone para su ejercicio. Este señor, ha pasado en poco tiempo de un nihilismo pueril y dependiente a un autoritarismo indocumentado y beligerante, es decir, en anteriores legislaturas no hacía nada por el pueblo argumentando que "tenía las manos atadas porque Cristobal no le dejaba hacer nada", y en esta, de la que llevamos un mes escaso, ya ha presumido públicamente que "en el poblado se hace lo que le sale a él de los c...", y lo demuestra atacando y torpedeando cuantas ideas proponen los vecinos.

Estas fanfarronadas, propias de tiempos ya pasados, en Marmolejo han desaparecido y solo se mantienen en el poblado, lo que claramente demuestran que el espíritu del "cristobismo" intentará seguir presente allí donde un nostálgico de su régimen, un aprovechado, o un ignorante de sus derechos y deberes le preste atención, menos mal que ya van quedando pocos de estos. La lástima es que se este señor, alcalde pedáneo por los votos de los que no viven en el poblado, como él mismo, y manipulaciones censales demostradas, después de tanto tiempo no sepa todavía las atribuciones de su cargo y las competencias que conlleva, amen de tampoco saber comportarse con sus vecinos intentando hacer con ellos lo que otrora hacían con él desde el Ayuntamiento, osea, ningunearlos. A lo mejor su tara como administrador pedáneo le viene del nulo ejercicio del sus funciones, al que ha estado obligado, y con el tiempo y los nuevos aires democráticos, todo esto se va solucionando, esperemos que sea así por el bien de todos. Es curioso que si algún vecino de su agrado pide las escuelas para hacer alguna fiesta familiar o privada, no haya problema en cederlas y si lo hace una asociación constituida, que aglutina a la mayoría de los vecinos y lo hace para fines culturales, se les niegue la sal y el agua.

Por suerte para todos, la razón terminará por imponerse y las aguas volverán al cauce del sentido común y la legalidad, donde todos los vecinos podrán disfrutar por igual de los medios e instalaciones de que se dispone en San Julián para asegurar el desarrollo humano, social, cultural y económico de los que viven en esta pedanía que nadie duda de que está creciendo en inquietud y esperanza de una calidad de vida que todos se merecen.