Por mucho que me digan con quién andas, yo ya sé quién eres.

El 12 de septiembre del 2009, un grupo de amigos se reunieron para comer en Marmolejo manteniendo luego, una placentera tertulia de sobremesa. Tras haber degustado lo mejor de la cocina de un buen hostelero y vecino de la villa y haber hecho apología de la dieta mediterránea y de las bondades gastronómicas, culinarias y saludables del aceite de oliva, se despidieron tan satisfechos que prometieron volver. Estos animados amigos, por la mañana, disfrutaron de una visita turística al Balneario, donde pudieron comprobar la excelencia de sus aguas provenientes de manantiales mineromedicinales y celebrar, quizás brindando con ellas, el haber decidido nombrar a Marmolejo Sede del Agua de la Orden, de la Muy Ilustre y Noble Orden de los Caballeros de la Cuchara de Palo.

A pesar de este nombre tan rimbombante, dicha Orden no deja de ser una asociación, registrada, sin ánimo de lucro, en la que los principales objetivos son, además de disfrutar de la buena mesa y sobremesa, la defensa del aceite de oliva, su cultura y bondades y la gastronomía andaluza. No contemplando entre sus fines, ninguno cuya naturaleza sea política.

A pesar de esta última característica, muchos de los invitados a participar de las actividades de esta orden, son políticos en activo con diferente grado de influencia y precisamente por esta cualidad, es por la que han sido elegidos. Aún así, también hay empresarios, artistas, intelectuales..., en cualquier caso ilustres miembros de la sociedad jiennense, en su mayoría y muy dignos todos.

Todo esto no tendría mayor importancia que la de ser un evento cultural y culinario de índole privada, si no fuera porque se nos ha vendido a los marmolejeños como un gran logro de legislatura del Equipo de Gobierno, el haber sido incluido el alcalde en esta asociación gastronómica que tiene más interés en el buen comer y beber que por desarrollar grandes proyectos políticos, económicos o sociales.

Además de lo pintoresco del rito iniciático de esta asociación, realizado en el Salón de Plenos, y del entusiasmo e ilusión de nuestro alcalde, de verse retratado y codeándose con el famoseo de la política y cultura jiennense, si algo ha dejado la esclavina granate y la cuchara de palo en su pecho, ha sido el saciar su necesidad de sentirse protagonista de una farsa, de una escena con espada y caballeros, para que la vea un pueblo que, todavía no sabe de qué va el baile.

La necesidad de notoriedad, es importante para muchas personas y para algunas, hasta imprescindible, pero ese prestigio normalmente es mucho más gratificante si se lo gana uno a pulso, a través de los actos realizados y no por andar frecuentando la compañía de personas que sí gozan de renombre y fama. En este caso, por mucho que me digan con quién andas, yo ya sé quién eres.