Las obras ya no marchan tan bien como antes. ¿Qué pasa?

La piscina cubierta, lleva demasiados días parada su construcción. Las vistosas vigas de pino finlandés y la piscina de 25 por 12,5 llevan un tiempo descansando de la presencia de los albañiles. Después de acusar repetidamente a la oposición, para escurrir la responsabilidad que sin duda hay sobre el tema de los huesos, de querer parar la obras de la piscina, ahora resulta que dicha obra se ha parado sola. Certificaciones de la Junta, o al menos eso parece, tienen la culpa de que el encargado pasee solo por las instalaciones sin otra cosa que hacer que esperar con la certeza de que pronto o más bien enseguida se retomarán las faenas. Al final, lo de siempre, el dinero o más bien la falta del mismo es el eterno enemigo que hace que no se cumplan los plazos, eso lo entendemos todos. La administración anda escasa de fondos y las empresas no se fían, eso sigue siendo normal. Lo que no es tan normal es la actitud del gobernante que se empeña contra viento y marea en volcar sobre la oposición sus propios fracasos e ineptitudes. De sobra sabe que no puede satisfacer fácilmente su parte de responsabilidad en el pago de la obra, que las cuentas en el Ayuntamiento de Marmolejo son esas grandes desconocidas y maquilladas, que andamos en bancarrota o peor y que se sigue insistiendo en el ladrillo como mejor política local. Y también es sabido que los trabajadores y empresas locales que se están arrimando a las obras que están en marcha lo hacen bajo condiciones leoninas, plazos de pago a seis meses y precio humillante.



Por otro lado la Plazoleta de Regiones, lleva días con un solo trabajador que está poniendo solería el buen hombre como puede. Teniendo en cuenta que aún queda mucha por poner, nos tememos que nos encontramos con más de los mismo, falta de recursos y mareo de la perdiz.