El Camino Colorao, la eterna asignatura pendiente.

Esta semana pasada, le han vuelto a lavar la cara al Camino Colorao. Zahorra para los baches, el remedio infalible que lleva aplicando el Alcalde Perpetuo desde hace ya ni se sabe.

Es verdad que últimamente se le ha llenado la boca diciendo que hay una cantidad asignada para el asfaltado de dicho terrizo, es verdad también que hay que hablar del camino antes de tocarlo y "arreglarlo" alquitranándolo.

Tan antigua e insigne vía, en la obsesión desmedida de echarle tierra y más tierra, ha ido paulatinamente subiendo su nivel quedando por encima de la base de las farolas que la jalonan y va superando a las portadas de entrada a las fincas colindantes. Al mismo tiempo, y esto es lo que habrá que arreglar, dicha pista de tierra está haciendo de dique y tapa la salida natural de las aguas, convirtiendo las tierras aledañas en auténticas piscinas, como ha quedado patente este invierno.

No pedimos nada especial, ni nada raro, solo que antes de acometer la obra definitiva, y viendo como pajea la economía municipal puede tardar un tiempo, hablen con los vecinos. Esos mismos que llevan toda la vida trabajando esas tierras y que las conocen como la palma de su mano. Esos a los que hasta ahora no se les ha dicho ni mú, esos que ya están sufriendo en primera persona la ineficacia, ineficiencia y la incapacidad de un ayuntamiento para el dialogo, la política de oídos sordos y un gobierno para el pueblo pero sin el pueblo.

Otro ruego, que se hizo en un pleno y que el sr. alcalde desestimó, es que de camino, se asfalte el tramo que hay justamente al lado y que pasando por detrás del Hotel Balneario, es transitado diariamente por cientos de estudiantes, camino del instituto. Su estado es el que el clima permite, una polvareda en verano y un lodazal en invierno. Ya se que los niños no votan, pero haga un acto de bondad para con sus pequeños vecinos, ellos se lo merecen.