José Campaña, un español más, un obrero que marcha a pedir cuentas a Zapatero.

Es un acto sencillo, simple, y en su simpleza contiene su genialidad. ¿Porqué no?, si los parados se cuentan por millones, si el derecho al trabajo es una utopía, si millones familias pasan indignamente el umbral de la miseria, ¿porqué no pedir cuentas?.
 Por que tenemos todo el derecho del mundo a hacerlo, José   lo ha hecho esa es su hazaña, coger un camino para ejercer su derecho a exigir respeto, su derecho al trabajo y su dignidad como persona, trabajador y padre de familia. Es una gran lección  la que nos está dando este jornalero de Mairena.

Viene de latribunadetoledo.es - Local09/11/2010
Laboral
Pídele cuentas a Zapatero
José Campaña lleva tres semanas andando en dirección a la Moncloa para reclamar su derecho a un trabajo y a que su familia y tantas otras puedan vivir dignamente.

VICTOR BALLESTEROS
J. MONROY / TOLEDO
Exigir al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su derecho al trabajo y a que su familia pueda vivir en dignidad es el objetivo de la marcha que José Campaña Rivas inició el pasado 18 de octubre desde la localidad de Alcor, en Sevilla, hacia el palacio de la Moncloa. Quiere contarle al presidente la situación de su familia y la situación real del pueblo. Durante su discurrir por España, José encontró un matrimonio en un albergue social. Se había quedado en desempleo, agotado la prestación y el subsidio. Como no tenía para pagar la casa, le echaron de la misma. Y como no tenía para mantener a sus hijos, se los quitaron.
Eso le llevó a José Campaña a pensar que «es inadmisible que se desaloje de una casa a una familia porque no tenga para pagarla, porque no tiene trabajo, cuando de nuestro dinero se le da a la familia real nueve millones de euros; o se da a los arzobispos ocho millones de euros, cuando a las familias se les corta la luz, se les corta el agua y no pueden comprar ropa a sus hijos, no tienen apenas para comer». A su juicio, «en el siglo XXI, en un estado de derecho y de bienestar, esto es inadmisible».
Fue en 2007 cuando José Campaña acabó su último trabajo de jardinero. Desde entonces, ha tenido empleos esporádicos. A su juicio, en España «el derecho laboral no existe». Porque cuando un trabajador, explicó, reclama sus derechos contemplados en un convenio laboral, que es ley, recibe un despido por la empresa. «El trabajador denuncia, gana el juicio y es un despido improcedente, y aún así, la decisión sobre readmitir o despedir es del empresario, cuando debería ser yo quien elijo la admisión o el despido», lamentó, convencido de que en estos momentos «se está poniendo precio a una ley, que es el convenio, estamos desprotegidos en el siglo XXI».

Familias que se esconden. Este, viaje, explicaba ayer José Campaña a la puerta del Sepecam en Toledo, lo está llevando con más dolor en los pies que cansancio, por culpa de las llagas de los pies «y las llagas del alma, porque dejé a mi familia sola». En compensación, se está encontrando durante su marcha y el cariño de muchos, como algunos afiliados de IU que le están cobijando.
Su familia es como cualquier otra de la localidad de Alcor. Tiene cuatro miembros (dos niños de cinco años y catorce meses) y «no vivimos, subsistimos, porque no se puede dar un subsidio de 421 euros al pueblo, que es quien genera la riqueza del país».
José Campaña denunció las «bolsas de miseria ocultas y tapadas» que se están creando en España. «Están tapadas por las mismas personas que están en esta situación, porque sienten vergüenza de que su entorno conozca las condiciones en las que están. Pero no son ellos los que deben tener vergüenza, el que tiene que tener vergüenza es el Gobierno que ha creado y alimenta esta situación, y deja desprotegido a un ciudadano, que con su esfuerzo y su trabajo diario genera la riqueza del país», afirmó.