En Marmolejo ya es inevitable un cambio profundo, comprometido y participativo.

OTRO MARMOLEJO ES POSIBLE, ESTÁ PASANDO A SER UNA REALIDAD.

En este ajado Marmolejo, en el que ni los semáforos tienen ya luz, hace días que huele a primavera. En el aire se  nota el cambio efectivo de estación, profundo e inevitable. Atrás queda el duro invierno con su frío,  y un mundo cálido y esperanzador se presenta ante nosotros.

También en Marmolejo, estos días, se va notando un aire nuevo, algo está cambiando profunda e inexorablemente y se barrunta en el ambiente que una etapa de la vida política está concluyendo para dar paso a una nueva forma de entender la gestión municipal, de participar los vecinos en las cosas de los vecinos, de enfrentarse a los problemas y plantear las soluciones, en definitiva, un nuevo comienzo que deje atrás los viejos planteamientos erróneos, más ilusionante y a la vez comprometido, está ya en marcha y nada ni nadie puede pararlo. El futuro está aquí, de la mano de los marmolejeños y el pasado, en unos días dejará de ser la pesada losa de desesperanza, oscurantismo, corruptelas y manipulación que nos está machacando.

Cada día que pasa, el pueblo está más y más ilusionado con la oportunidad de cambio que le brindan las elecciones municipales del 22 de Mayo y cada día hay más personas que respiran con alivio al ver que hay luz al final del largo túnel. Hay una sólida convicción de que Marmolejo ha llegado al final de un ciclo y se prepara para afrontar el futuro de una forma novedosa, siendo los vecinos los protagonistas, principales actores y beneficiarios de sus decisiones y trabajos. El pasado está siendo superado a pasos agigantados, los miedos están siendo superados y en el horizonte colectivo hay una profunda convicción de que ha llegado la hora de la verdad, la hora del pueblo.


IU de Marmolejo se está viendo inmersa dentro de esta corriente y consciente del momento histórico que nos ha tocado vivir, se hace diariamente eco de las peticiones, apoyos y anhelos de multitud de vecinos que se dirigen a estos hombres y mujeres intuyendo que, al contrario de lo que están haciendo otros, ellos no les van a defraudar. Es un pacto de complicidad y lealtad mutua, ya que este equipo de jóvenes marmolejeños que con tanta ilusión están encarando el proyecto de futuro de IU, son como ellos, una parte de ese pueblo maltratado por la mala gestión socialista, con ganas de salir adelante y harto de callar y andar, de mirar para otro lado y tragarse lo que le echen para terminar viendo siempre lo mismo, a unos cuantos haciendo su agosto y a muchos, la mayoría,  pasando mil fatigas.

Por eso, no hay más leña que la que arde y no hace falta que vengan grandes líderes, ni políticos de alcurnia, ni  padrinos de la Junta para darle la vuelta a este descontrol, solo hace falta la suma tranquila, decidida, valiente y constante, de cada uno de los vecinos que estamos hastiados y que no queremos seguir por este camino que nos tiene arruinados, cansados, empobrecidos y sin esperanza. Poco a poco, paso a paso y uno a uno, los marmolejeños estamos tomando conciencia de nuestro destino, de nuestra fuerza para seguirlo y nuestro poder para alcanzarlo, y no lo tenemos ni lejos, ni difícil, también nos damos cuenta de ello, por eso, cada día que pasa estamos un poco más cerca de escribir una página  nueva de nuestra historia, transformadora, beligerante, participativa y definitiva, sin vuelta atrás y con todo el futuro por delante.

El cambio ya es palpable y, en nuestro fuero interno, los marmolejeños estamos convencidos que  nada volverá a ser igual después de la próximas elecciones municipales, el pueblo no será el mismo porque pasará de ser ignorado a decidir su futuro, pasará de hacerle palmas a los Relaños, Zarrías y Zapateros de turno para recoger unas migajas, a marcar el camino por el que quiere moverse, sus objetivos y prioridades, hará sus propios presupuestos y participará en la gestión del trabajo que venga y la toma de medias necesarias para afrontar la crisis. Es la hora de que tomemos nuestras propias decisiones y no dejar que nadie decida por nosotros, para nosotros, pero sin nosotros.  Se les ha acabado el chollo a los de siempre.