El pasado viernes, día 15, en Marmolejo sonaron los bombos a toque de silencio. Las calles se contagiaron de incienso y unos pequeños pasos, un Crucificado y una Dolorosa, hicieron una particular y emotiva estación de penitencia. No faltó de nada, las madres, los profesores, los padres, abuelos y público en general, acompañaron esta procesión de diminutos costaleros de paso medido y acompasado, romanos marciales de cota de plástico y lanza imposible, mantillas con la gravedad aprendida y monacillos nerviosos, mientras retoños de la más pura cepa musical marmolejeña callaban al paso de su maestría bisoña, nadie lo diría, a propios y extraños, dejando un regusto semanasantero, muy parecido a la emoción del nudo en la garganta y la lágrima contenida.
Licenciados quedan estos pre púberes, pequeños paisanos, que han empezado la Semana Mayor por su cuenta y riesgo, quedando a la altura de los grandes, de sus padres y de sus maestros. Y hablando de Maestros, una sentida mención al Maestro Flores, al que le hemos visto orgulloso al lado de esta magnifica banda infantil, haciendo bueno el dicho de que quien siembra recoge, enhorabuena.
Yo, como defensor de la norma máxima española, la Constitución, no estoy de acuerdo con que estas procesiones infantiles se hagan a cargo del erario público. La procesión en sí me parece muy bonita pero que la haga la iglesia católica, que es la que está para eso y que no la hagan los maestros que no cobran para eso. España, según la Constitución, es un estado aconfesional. En definitiva, no me parece correcto que con mis impuestos se sufrague esto. Saludos de un socialista que va a votar a IU.
ResponderEliminar