Marmolejo, los lobos se ponen la piel de cordero, pero...¿A quién van a engañar a estas alturas?

El misterio de la enigmática sonrisa que anda por el Ayuntamiento. ¿Que se esconderá detrás? 

En Marmolejo, no podemos creer  lo que ven nuestros ojos, y los vecinos alucinan ante tanto derroche de amabilidad y perspectivas de futuro. Y es que desde el ayuntamiento y el partido en  el poder se ha puesto a funcionar la maquinaria electoral como solo ellos saben hacerlo, vendiendo humo, pero muy amables.
A algunos ediles la sonrisa no se les quita de la cara en todo el día y bien van ellos mismos o mandan a gente del partido, puerta por puerta, para preguntar que cuantos vecinos quieren ir en coche a votar el día 22 con la condición de que las papeletas las ponen ellos.

Mientras en el Ayuntamiento se ejerce de gestoría improvisada y se les arregla los papeles de la subvención del olivar (PAC) a los vecinos que quieran ahorrarse unos euros, además de prometer cursos y ofertar peregrinos servicios administrativos, y eso que por la ruina que tienen, se ven negros en poder hacer una fotocopia, pero hay que hacer un poder, por la causa, un último esfuerzo por mantenerse agarrados al sillón.

Por su parte el alcalde, el que llamaba fascistas a los vecinos, el que ni perdonaba y ni olvidaba, si nos lo encontramos estos días, no hay quien le conozca, ha sufrido un cambio radical, camaleónico y está hecho la quintaesencia de la amabilidad, muy próximo al olor de santidad se podría decir, y, por ejemplo, ya no les pinta  a los afectados por el asunto de las Torrecillas tan oscuro el futuro, de hecho proclama que después de las elecciones estará todo solucionado, a condición claro está de que él siga mandando y que los afectados abandonen la lucha, se estén "quietos" y no hagan nada. Mala espina me da a mi este constante empeño por que los vecinos se estén quietecitos, porque así están más guapos.

Es una lástima que el tema de las Torrecillas siga siendo objeto de manipulación por parte de quien es el máximo responsable político del desastre y que hace tiempo debería haber dimitido y asumido responsabilidades. No nos extraña que ande enredando, una vez más, a los vecinos, desconcertandolos y cruzando informaciones y promesas que los desorientan, le va mucho en ello. Pero que no nos extrañe, no quiere decir que no se nos revuelvan las tripas con la manipulación y el engaño ya que lo único que le puede proteger de la justicia a los responsables municipales y desviar su golpe para que les caiga a otros encima, es el mantenerse en el poder. Si el día 22 entra en el Ayuntamiento la transparencia y la honestidad que demuestra tener la verdadera Izquierda, no quepa duda que todo este asunto daría un giro de 180º y se dejaría de jugar al escondite con los vecinos, que bastante tienen ya para que se les siga engañando y manipulando, habría soluciones rápidas y justas y alguien tendría que dar muchísimas explicaciones, alguien que estos días se está tragando su verdadera personalidad, su arrogancia y desprecio a los vecinos, por salvar el cuello.
Si los afectados de las Torrecillas supieran lo cerca que están de solucionar sus problemas y lo fácil que es, del día 22 no pasaba la incertidumbre, en sus manos está, que no desperdicien la oportunidad de sacudirse a los que los están liando en su propio beneficio.

Otra faceta, desconocida e impensable en nuestro alcalde es la de ir dejando caer su predisposición por crear asociciones de vecinos en los barrios, cuando todavía resuenan los ecos de las amenazas y advertencias a los vecinos del poblado de San Julián por crear la suya. Claro que después matiza, que no es el momento y que hay que dejarlo para luego, por que "no vaya a saltar la liebre". Una vez más si pero no, luego, ya veremos...

Ha quedado demostrado todos estos días, con la revisión del programa electoral socialista del 2007, que no son dignos de la confianza de los vecinos de Marmolejo en lo tocante a promesas electorales y ni mucho menos si son producto de la desesperación de los días antes de las elecciones. De los 271 puntos que llevaba  el programa socialista, 206 ni los intentaron cumplir, y de los 65 restantes, han llegado a terminarse solo 18, mientras 47 de ellos o no están terminados o están tan mal ejecutados que no dejan de ser una chapuza. Con estos antecedentes, ¿A quién van a engañar a estas alturas?