El Psoe de Marmolejo tiene en sus manos el jugar un papel determinante en el futuro de nuestro pueblo o quedar varado en el muelle del olvido

Crisis es oportunidad, así debieran entenderlo los socialistas marmolejeños.

Por lo que se ve desde fuera, sin inventarse nada y con el único ejercicio de unir piezas y atar los cabos que los periódicos nos van dejando al alcance de la manos, se ve claramente que el socialismo jiennense no pasa por sus mejores momentos. Del marmolejeño ya ni te cuento, por lo menos del que hasta ahora se exhibe oficialmente.

Resulta que el sr. Reyes, al final, por abanderar el sector crítico, lo que es lo mismo, por ser incondicional de Zarrías y anti Griñán, ha dejado KO al Psoe de Jaén, aunque hasta el último momento negara su traición a Griñán, lo que se traduce en que solo sean dos los representantes de nuestra provincia en la nueva Dirección Ejecutiva Socialista, a saber, López Carvajal y Ángel Menendez, y ambos considerados "menores" por el mismo Francisco Reyes, "que no son de la familia socialista" de Jaén. Pues menuda familia.

Que Griñán se negara a recibir a Reyes y que haya declarado la guerra a Jaén, no es sino el último peldaño de una larga escalera de oprobios y enfrentamientos internos en la lucha por el control de la Junta por parte del virrey Zarrías y su corte, que no se tomó nunca bien aquello de dejar el chollo y emigrar a Madrid, abrazando un exilio que le negaba las mieles disfrutadas cuando a la sombra de Chavez era más que Chavez.

En Marmolejo, esto ¿como nos deja?, pues igual que estábamos. Aunque no podemos negar que en parte somos espectadores de excepción y por aquello de las casualidades nos toca de cerca algún raspazo o por lo menos algún dato curioso. Nadie ignora que el malogrado sr. Relaño, era de la cuerda de Reyes y Zarrías, y es un hecho que el sr. Menendez, uno de los dos únicos llamados por Griñán, no lo es, hasta el punto que unos días antes de su fallecimiento, Relaño, en su cargo de Director de Recursos humanos de Diputación, despidió de su puesto de trabajo en dicha administración a Menendez, a pesar de ser un buen gestor en las tareas que tenía encomendadas.  Para más inri, el sr. Menendez, es ex-alcalde de Andújar y ex-conyuge de la sra. Secretaria del Ayuntamiento de Marmolejo (que tan poca gracia y favor hacía a Relaño). Resulta que por el especial ensañamiento que hubo en el despido de este señor, hoy encumbrado por Griñán, que se hizo de forma personal, cara a cara, por un motivo subjetivo (aquí se hace lo que yo diga) y en las peores condiciones laborales posibles, todo hacía pensar que había algo personal en ello, y conociendo el paño, no era de extrañar. Lo que había era una lucha interna, regada con inquina, y mala leche, que a nosotros, desde fuera, ni nos va ni nos viene, pero que nos deja preguntándonos a todo esto,  por si acaso, ¿en qué facción se sitúa la ejecutiva socialista marmolejeña?.

Ante la falta de liderazgo de una figura de primer orden provincial, hace pensar que con la que está cayendo, ¿donde irán a refugiarse y a pedir amparo a su partido? a Jaén o a Sevilla, a Reyes o a Griñán... quizás a Zarrías.

Todo esto no es más que un motivo de reflexión interna para el socialismo marmolejeño, para que valore el verdadero estado de desmoronamiento de sus órganos internos, cuales son sus lealtades y apoyos externos, donde se están metiendo o pueden meterse, y que tengan en cuenta que el futuro además de ser incierto, viene con el lastre añadido de las imputaciones y cuentas que dar de sus concejales. Es evidente que el tiempo de Manolo, Pilar, Piloto y los suyos, ya ha pasado. Son la sobrecarga que ahora mismo el partido no necesita, son el peso añadido que hace inviable un proyecto ágil, solvente y con la cintura política necesaria para afrontar con garantías la coyuntura interna y externa, son la rémora que si no se soluciona a tiempo va a encallar el proyecto socialista de Marmolejo en tierra de nadie durante años.

El Psoe de Marmolejo tiene en sus manos el jugar un papel determinante en el futuro de nuestro pueblo o quedar varado en el muelle del olvido, solo tiene que jugar bien sus cartas y coger la opción correcta. Apostar por el pasado o por el futuro, sabiendo que el pasado, como fue, no volverá.  Lo nuevo o lo viejo. El cambio o lo de siempre. Seguir la linea marcada o empezar a pensar por sí mismo. Dejar el estado de guerra y venganza permanente contra la sociedad marmolejeña, por no tener el Ayuntamiento, o firmar la paz y dar la cara y echar una mano para construir Marmolejo, un pueblo para sus vecinos, sin apellidos ni siglas.  El Psoe puede elegir entre encerrarse con su rencor en la Casa del Pueblo o aprovechar la oportunidad de airearla abriendo puertas y ventanas y acabar con años de secuestro ideológico.  En cualquier caso ha de pensarse muy bien los pasos a dar ya que otro descalabro electoral pasaría de ser una anécdota a crear una tendencia. En cualquier caso, suerte, porque no lo tiene fácil. Pero no todo iba a ser seguir una estela, tener el camino marcado y no calentarse la cabeza (por si te la cortan).