El amianto no es ninguna broma.

Cuando lo que está en juego es la salud pública, lo mínimo exigible a un ayuntamiento es responsabilidad. El alcalde de Marmolejo y su concejal de Urbanismo han mostrado nula preocupación por los habitantes a los que en teoría representa y menor sensibilidad aún a las reclamaciones de Izquierda Unida a propósito de la demolición de las naves del Balneario. La prueba está en que una cuestión tan delicada como ésta -más todavía que el descubrimiento de huesos en la obra de la piscina cubierta, porque el amianto, recordemos, ES CANCERÍGENO- fue desplazada hasta el punto número 13 del último pleno ordinario con la intención de silenciarla y de postergarla (como finalmente sucedió) para no asumir responsabilidades.

Ante la gravedad de los hechos acaecidos y su respuesta por parte del equipo de Gobierno municipal, y a la luz de noticias como la que a continuación reproducimos, nos vemos en la obligación de pedir LA DIMISIÓN INMEDIATA de Relaño y Lozano.