La resaca de los falsos socialistas de Marmolejo.

Tiene que ser muy duro haberse subido al carro del ganador y, por tu mala cabeza, tener que ver como se hunde el chiringuito. Sino que le pregunten a los falsos socialistas de Marmolejo,  ya que a la postre son los últimos que vivieron  la abundancia de las arca llenas y disfrutaron de ellas hasta esquilmarlas y casi reventar.

Después de la fiesta queda lo de siempre, mucha basura, neveras vacías y la deuda con los proveedores, y lo que es peor, una resaca de un par de narices junto la mala leche consiguiente y ninguna gana de acordarse del exceso cometido, solo queda ese deseo no conseguido de que les dejen en paz, que cuanto antes pase la mala hora y sobre todo que nadie venga a calentar la cabeza con cuentas y reproches, lo mejor es una amnesia convenientemente dosificada.

Pero sucede que una fiesta de bastante más de mil millones de las antiguas pesetas, no se puede olvidar tan fácilmente y sobre todo a quien le toca ahora pagarla, que es al PUEBLO. Este esquilmado pueblo de Marmolejo que después haber sido testigo de los delirios de grandeza de un loco, de sus malas prácticas políticas y sociales, trapicheos, abusos y acosos, de haber sufrido en sus carnes uno de los indices de paro más altos de la provincia mientras han visto con impotencia como aquí trabajaba cualquiera menos los marmolejeños, como se dilapidaba el dinero del Plan E sin dar empleo, como engordaban unos a costa de otros por loor de un carnet obligatorio y maldito con las siglas del Psoe, como las listas negras y el engaño permanente desde la alturas consistoriales les denigraba y ninguneaba, pero a este PUEBLO, que está ya de vuelta de todo y de todos estos personajillos de tres al cuarto, no le da la gana olvidar, ni quiere, ni puede, ni debe olvidar, ni un segundo de la dictadura cristobista, ni una sola de las mentiras vertidas, ni una sola de las pesetas de la deuda, derrochadas, perdidas, mal gestionadas y sobre todo desviadas donde no han dado ni oficio, ni beneficio a los vecinos, ni una sola de las ofensas e insultos, ni una sola de las fanfarronadas, ni uno solo de los nombres y apellidos de los cómplices necesarios que han engordado a la sombra del dictador, Marmolejo no puede olvidar que se le haya tomado el pelo durante 24 años, que se haya tomado a los vecinos por tontos, que se hayan reido de ellos y que se les siga intentando engañar, tal es el desprecio de estos falsos socialistas por el PUEBLO de Marmolejo y tal es la determinación de los marmolejeños.

Aquí se quiere poner cara de bueno y pelillos a la mar, como si no hubiera pasado nada. Los responsables de la RUINA y la DEUDA galopante que tiene Marmolejo y que tenemos que pagar entre todos, hombres, mujeres y niños, jubilados y parados, trabajadores y trabajadoras, amas de casa y cualquiera que vive en Marmolejo, todos tocamos a no menos de 1000 euros por cabeza para pagar los excesos y la mano rota de unos señores que siempre han creído que el dinero público no es de nadie y de ser de alguien, sería de ellos, que a los proveedores locales se les podía deber lo que ellos quisieran y ay de quién rechistara o se negara a servirles, que enganchandose al carro del pelotazo urbanístico descontrolado, y el roce con los constructores, la comisión estaba al alcance de la mano, que lo que no llegaba a los oídos del pueblo, simplemente, no existía.

Hoy está llegando a los oídos del pueblo, lo que no quisieran los responsables de la ruina marmolejeña, pero para evitarlo tendrían que haber ganado las elecciones, con una de esas mayorías que les garantizaban impunidad, y el poder disponer de las arcas a su antojo, sin interventor que controle las cuentas, sin una contabilidad fiable, inventándose las leyes, sin secretario que diga lo que es legal y lo que no, sin escrúpulos en obligar a los vecinos a soportar deudas millonarias solo por la mala suerte de haber vendido a crédito a los que mandaban, sin derecho al pataleo y perdiendo la esperanza en cobrar. Hoy a los falsos socialistas de Marmolejo, en su resaca, les duele oír las cuentas y sus fechorías y lejos de avergonzarse, porque no hay lo que tiene que haber, se dedican a insultar, a increpar y a provocar, a intentar perjudicar el gobierno y a los marmolejeños, a pavonearse y hacer lo único que saben y que tanto resultado les ha dado en el pasado, a mentir a boca llena sobre todo  a seguir tratando a los vecinos como imbéciles. Pues nada, que sigan.