El Pleno. (Epílogo)

Cuando, un “panfleto callejero”, se convierte en el hilo conductor de un debate plenario. Malo. Es como si en el Parlamento las sesiones se hicieran debatiendo el ABC u otro periódico. Pero había que dar espectáculo, y de postre, después de machacar con los presupuestos, disfrutar más relajadamente con las mociones que se presentaran.
Nada especial, lo de siempre, ridiculizar, liar, tergiversar, insultar, amenazar, recrearse, recordar a Franco, Llamazares, etc..., volver a amenazar y rechazar. Lo de siempre. Más de veinte años viendo la misma película ya cansa. Pero ellos no se cansan, parecen no saber hacer otra cosa, lástima.
Hay que tener valor para ser oposición y sentarse en esos sillones para ser el saco de las “guantás” durante horas. Y luego salir a la calle y que te señalen y comprobar como, el desprecio que te han propinado en el pleno, se ha transmitido a algunas personas en la calle. Entonces el pleno no acaba nunca, la vida se complica cumpliendose un plan, secreto, antidemocrático y bien orquestado, con aviso a navegantes.
Hay de aquel que se señala metiéndose en política y enfrentándose al Todopoderoso.
Personalmente no apruebo estas tácticas, ni el insulto sea del bando que sea. Porque Marmolejo debe de dejar de ser un pueblo de bandos para ser un pueblo sin tensiones, donde los ciudadanos tengan los deberes democráticos hechos, con diferencias pero en concordia y buena vecindad.
Eso solo se consigue con trabajo e introduciendo los mecanismos democráticos a todos los niveles sociales y estamentales. Empezando por los partidos políticos y terminado por las asociaciones vecinales inexistentes.
Se ha dicho que en España mandó la derecha desde el 36 al 82. En Marmolejo la democracia no se ha desarrollado medianamente todavía hoy, a 1/10/2009, y eso en nombre de una izquierda que no tiene la culpa de las manos en que ha caído, pero que no tendremos excusa si no lo remediamos. Camaradas, pensadlo.