Ahora mismo está lloviendo, dinero dirían algunos, como Dios manda, dirían otros. Si las plegarias de los pobres se escucharan tendriamos que tener agua para unos días, es que necesidad obliga, para remediar un tanto lo que en caso contrario sería irremediable.Estas lluvias darán pie a comenzar de una vez los postergados tratamientos con fungicidas, en la llamada cura de otoño y el efectivo tratamiento con herbicidas que nos dejará coger la cosecha con más tranquilidad. 
El problema está en que cuando llenamos las cubas con los productos fitosanitarios, enseguida nos estorban los envases. Lo ideal es llevarlos al sitio donde los compramos ya que tienen la obligación de recogerlos porque ya nos han cobrado por adelantado por hacerlo. Pero no lo hacemos y terminamos tirandolos en cualquier sitio juntando verdaderos vertederos de productos contaminantes.
Hace un tiempo hubo una experiencia para acumularlos en el Pilar, pero obviamente la cosa salió mal o cara. El caso es que se abandonó el proyecto y hoy la situación está descontrolada. Había que dar una solución.
La responsabilidad es de todos y la solución ha de ser también compartida.
Otro Chernobyl en miniatura en el Pilar, que en los últimos años ha sido barra libre de escombros y pudridero de electrodomésticos.
ResponderEliminarBendita sea esa lluvia, que no depende del politiqueo, por suerte...
Las fotos son de junto al puente del Salado, el abandono es el mismo y la contaminacion extrema y ahora con la lluvia más aun. Reflejo del abandono del tema agricola en Marmolejo. Los iempos cambian pero nosotros igual que hace 40 años y lo peor es que tambien ganando lo mismo.
ResponderEliminarHacen falta soluciones, que nos dormimos!