Y sin llover

Ni las cabañuelas ni el hombre del tiempo tienen nada claro cuando va a llover. La lluvia o más bien su falta está afectando al olivar de secano mas de lo que sería deseable. Interesando tanto al tamaño como a la calidad del fruto ya que ahora es cuando el proceso de maduración afecta a la cantidad de aceite de la aceituna.

El olivo es una especie que puede cultivarse en secano en aquellas zonas donde la pluviometría media anual no sea menor de 400 o 500 mm. Cuando las precipitaciones caídas son muy inferiores a esta cantidad, se producen una serie de efectos en los procesos de crecimiento y producción del olivo, que se recogen en la tabla siguiente:

Tabla 1. efectos del déficit hídrico en los procesos de crecimiento
y producción del olivo (ORGAZ, F. & FERERES, E. 1999)
PROCESO PERÍODO EFECTO DEL DÉFICIT HÍDRICO
Crecimiento vegetativo Todo el año Reducción del crecimiento y del número de flores al año siguiente
Desarrollo de yemas florales Febrero-Abril Reducción del número de flores. Aborto ovárico
Floración Mayo Reduce la fecundación
Cuajado de frutos Mayo-Junio Aumenta la alternancia
Crecimiento inicial del fruto Junio-Julio Disminuye el tamaño del fruto (menor número de células/fruto)
Crecimiento posterior del fruto Agosto-Cosecha Disminuye el tamaño del fruto (menor tamaño de las células del fruto)
Acumulación de aceite Julio-Noviembre Disminuye el contenido en aceite del fruto
El periodo crítico en cuanto a necesidades de agua en el olivo se sitúa entre la prefloración y la maduración, que coincide prácticamente con el periodo de mayor escasez de lluvias.
El año pluviométrico 2008/9, de septiembre a septiembre, se recogieron en Marmolejo 562 litros/m2 superando la media de al rededor de 400 de años anteriores.
El problema es que desde el mes de Abril no ha llovido nada, apenas 30 l. en Septiembre.

Por otra parte la campaña de algodon acaba de empezar y la cosecha se presenta mejor que la del año pasado.


Lo que no está tan claro es que hay una gran incertidumbre sobre los tratamientos fitosanitarios del olivar que se estan reduciendo al mínimo posible cuando no suspendiendo. Y es que, aunque la campaña no tiene necesariamente que empezar con precios bajos, el recuerdo del año pasado y la falta de lluvia hacen que la prudencia cuando no el temor nos guien nuestras previsiones.